Esta publicación presenta pinturas por Josephine Halvorson (1981), la primera artista en residencia del Museo Georgia O’Keeffe. Junto con dos obras por Georgia O’Keeffe, el museo exhibe once pinturas por Halvorson creadas principalmente en la casa de Ghost Ranch de O’Keeffe, 50 millas al noroccidente de Santa Fe.
Al igual que O’Keeffe, Halvorson observa con mucha atención el mundo natural y, durante su residencia, en la histórica casa que se preserva en gran parte como estaba al final de la vida de O’Keeffe.
Halvorson usa gouache acrílica, un medio opaco, soluble en agua al cual a veces se le refiere como pintura de cartel, lo cual da a las imágenes una calidad gráfica. Los marcos de las pinturas son una mezcla como de concreto de resina, color y tierra que ella misma obtuvo en el lugar. Las reglas en serigrafía en las pinturas más grandes evocan la atención de Halvorson al tamaño — la relación 1 a 1 de la pintura y el tema.
Con la excepción del cráneo animal, Halvorson evita los motivos más conocidos de O’Keeffe y se centra, a cambio, en la intimidad de una alacena abierta o un viejo tronco convertido en banco. El total de estas naturalezas muertas interiores y exteriores evoca un sentido del lugar, un interés en común que Halvorson comparte con O’Keeffe.
Reconocimiento de tierras
El Museo Georgia O’Keeffe reconoce las tierras de la gente Pueblo, en las cuales se encuentran los sitios del museo y las propiedades históricas, así como donde se crearon las pinturas en esta exposición. Reconocemos y honramos a los ancianos Pueblo, del pasado y el presente, y celebramos la vitalidad de su gente hoy y en futuras generaciones. El museo ofrece esto con humildad en reconocimiento de la necesidad de enfrentar las continuas injusticias del colonialismo.