Como fabricante de joyas y escultor, la creación de una silla con estructura de alambre moldeado fue una progresión natural para el diseñador italiano americano Harry Bertoia. El sillón Bird ejemplifica el interés de Bertoia por el espacio, la forma y las características del metal. Al igual que muchos otros sillones moldeados de la época, el sillón Bird se alejó de los muebles de antes de la guerra con su extrema comodidad y forma ergonómica.
El sillón Bird y el otomano no se muestran en la exposición ya que forman parte del recorrido por la casa histórica.