Diseñada por el inventor alemán Peter Schlumbohm, la cafetera Chemex llegó al mercado estadounidense en la década de 1940 y rápidamente ganó un nivel icónico de reconocimiento. La cafetera Chemex encarna a la perfección la unión entre forma y función, un sello distintivo del diseño moderno de mediados de siglo. Después de probar muchas cafeteras, O’Keeffe se decidió por la Chemex como su favorita. Su facilidad de uso y su hermoso diseño convirtieron el hábito diario de O’Keeffe de preparar café en un ritual agradable.