El ingeniero civil danés e investigador de materiales, Herbert Krenchel, desarrolló un tazón utilizando acero prensado y capas de esmalte vibrante. El uso del revestimiento de esmalte fue una desviación de la práctica estándar en ese momento, ya que se usaba casi exclusivamente para productos más industriales, como señales de tráfico. El tazón combinó un atractivo estético con una durabilidad funcional, lo que dio como resultado un diseño minimalista pero llamativo. Además de convertirse en un elemento básico en los hogares daneses, los tazones Krenit se convirtieron en una de las principales exportaciones de artículos para el hogar, abriéndose camino en muchas mesas estadounidenses. Si bien los tazones se podían usar de muchas maneras, se comercializó como la ensaladera perfecta. La dieta vegetal de O’Keeffe incluía muchas ensaladas, hechas con productos de su jardín o verduras recolectadas localmente. El tazón Krenit se convirtió en su ensaladera favorita.